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Presentar tus proyectos con fotografías de calidad hace que tu empresa sea más atractiva para potenciales clientes e inversores
Disponer de un buen archivo fotográfico de sus proyectos es una herramienta fundamental para potenciar el crecimiento de una empresa de interiorismo, junto con una buena estrategia de comunicación y un fotógrafo de interiorismo con experiencia asegura que las fotografías tengan la calidad adecuada.
En la estrategia de comunicación de un estudio de interiorismo, probablemente la fotografía es el elemento más importante. En comparación con otros tipos de contenido, las fotografías son más polifacéticas al tiempo que siguen atrayendo la atención del público deseado. Por ser tan versátil, una imagen sirve para prácticamente todos los medios físicos o digitales como revistas y webs del sector, libros, vídeos promocionales y redes sociales – las posibles combinaciones son infinitas.
Para fotografiar un proyecto realizado por un interiorista, el fotógrafo de interiorismo debe tener sensibilidad y buen gusto. Junto con la destreza técnica, esta sensibilidad es clave para lograr una buena fotografía de interiores.
En efecto, un fotógrafo de interiores empieza por estudiar la trayectoria y el portfolio de su cliente, que es la base sobre la que construye. Entonces debe ser capaz de captar la atmósfera del espacio a fotografiar y saber realizar fotografías de alta calidad que transmitan las sensaciones del proyecto. Al mismo tiempo debe relacionar las fotos entre ellas, manteniendo una continuidad formal con los demás proyectos del interiorista.
Por otra parte, el fotógrafo de interiores debe saber analizar el espacio desde un punto de vista técnico. En la fotografía de interiorismo, es muy importante determinar el mejor momento del día para fotografiar cada zona del proyecto. Cada edificio, habitación, oficina, fachada, material se comporta de distintas maneras a lo largo del día, y es fundamental elegir la luz adecuada para fotografiarlos. Por eso, solo un fotógrafo de interiorismo experimentado podrá previsualizar el mejor resultado posible y sabrá planificar con eficacia una sesión fotográfica, así como los medios necesarios para llevarla a cabo.
Además, como en la fotografía arquitectónica, es importante describir el espacio a nivel funcional: Esto se puede conseguir mezclando planos generales, más descriptivos, con fotos detalladas en las que se plasmen las sensaciones que generan las formas y los colores.
Después de todas estas consideraciones, el fotógrafo ya puede disparar.
Quizás no parezca importante fotografiar un proyecto específico hoy, pero no disponer de imágenes puede frustrar oportunidades para captar nuevos clientes más adelante. En el sector del diseño, las fotografías pueden servir tanto en el momento actual como en el futuro. Por tanto, trabajar con un fotógrafo de interiorismo experto es una buena inversión.
Presentar tus proyectos con fotografías de calidad hace que tu empresa sea más atractiva para potenciales clientes e inversores